LA INDUSTRIA DE MIGUELTURRA EN 1901 SEGÚN EL "HERALDO DE LA INDUSTRIA"

El Heraldo de la industria fue una revista que comenzó a publicarse el 1 de diciembre de 1899, con el subtítulo “Industria, comercio, ferrocarriles, información mercantil, ciencias y banca”, como órgano del Instituto Industrial y Mercantil de Madrid. Sus propietarios y fundadores son el abogado Luis Maraver Serrano y Carlos Henekell, pasando el primero a dirigirlo a partir del segundo número. Se publica como boletín del citado instituto para ofrecer amplia e “imparcial” información a sus abonados sobre constituciones, quiebras y suspensiones de pagos de empresas, listados de los precios de los artículos de consumo en los mercados nacionales y extranjeros, y de marcas y patentes, jurisprudencia y resoluciones a consultas planteadas a letrados y peritos, además de artículos redactados por escritores mercantiles. También ofrece crónicas generales e, incluso, una de espectáculos, y noticias varias; dejando al final una sección de anuncios publicitarios. Dedica también sus páginas a textos divulgativos sobre agricultura, a tratados de comercio y a actividades de instituciones como las Cámaras de Comercio y las sociedades agropecuarias, o a exposiciones. Cuenta también con secciones dedicadas a la minería y a bibliografía. A partir del seis de abril de 1901 inicia una segunda época, con el subtítulo “industria, política, ciencias”, a la vez que va aumentando sus planas dedicadas a la publicidad comercial. Tras modificar su subtítulo en varias ocasiones más, el último número de Heraldo de la industria salió el 15 de octubre de 1904.

Luis Maraver Serrano fue su único director, además de uno de los asiduos autores de sus textos, firmando a veces con sus iniciales (L.M. o L.M.S.).

Nacido en 1876, era abogado y llegó a ser, además de director del Heraldo de la Industria, Jefe Superior de Administración Civil de la Junta Política, Diputado a Cortes y Gobernador Civil de Guadalajara y La Coruña. Falleció el 14 de diciembre de 1944.

En el número del 15 de mayo de 1901 hay un amplio reportaje con forma de crónica de viaje acerca de la industria en la provincia de Ciudad Real firmado por el propio Luis Maraver, resultado de su visita a Ciudad Real capital y a varios pueblos. En concreto Miguelturra, Almagro, Daimiel, Manzanares y Valdepeñas.

Su llegada a Miguelturra fue al atardecer (“la entrada en este pueblo la efectuamos invadidos por las primeras sombras de la noche”) y así continúa:

“Existen en Miguelturra, pueblo de unos 8.000 habitantes, tres importantes centros de producción, los que por entero constituyen la vida fabril del mismo. D. Antonino Róspide, persona tan cariñosa como inteligente y activa, posee y dirige una gran fábrica de curtidos que puede competir con las más acreditadas de España. Dueño a su vez de unas hermosas bodegas, elabora exquisitos vinos tintos y blancos que vende y exporta a precios ventajosísimos. 

Otra gran fábrica de curtidos, propiedad de la señora Viuda de Marín y hermanos, también de gran importancia, exporta en considerables cantidades al resto de la Península sus excelentes curtidos, tan estimados por su numerosa clientela.

D. Inocencio Mora, otro activo y acreditado industrial de esta población, posee una antigua y afamada fábrica de jabón de la que se surten la mayoría de los pueblos de la provincia, y rige, a su vez, un gran establecimiento de ferretería, situado en una de las calles más céntricas de la población.

Agradecidos a las bondades de estos tres simpáticos e inteligentes industriales, por los que fuimos recibidos con la más exquisita cortesía, nos despedimos de Miguelturra, y, guiados por la mortecina luz de la linterna, nuestra fiel acompañante, dirigimos nuestros pasos aquella misma noche hacia la estación del pueblo, desapareciendo al poco rato a nuestros ojos la borrosa silueta de un caserío inmenso, y que parecía como dormitar con envidiable reposo elevándose sobre las extensas llanuras que le cercan por todos lados….”

Luis Maraver se centra en tres grandes empresarios en esa época en Miguelturra: Antonino Róspide Aurreche con su fábrica de curtidos (pieles) y su bodega, la señora Viuda de Marín y Hermanos con otra fábrica de curtidos e Inocencio Mora Salcedo (llegó a ser diputado provincial)con una fábrica de jabones que se llamaba La Valenciana y una ferretería.

Nos podemos preguntar el motivo por el que Luis Maraver sólo nombra estas tres industrias localizadas en Miguelturra a las que cita como el eje industrial del pueblo. ¿No existían más? ¿Eran las más importantes? Evidentemente, existían muchas más de las que me ocuparé en una futura entrada de este blog. Así, por poner un ejemplo, según el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real del 4 de julio de 1900 se concedieron en Miguelturra veinte licencias para producir vinos y licores, dato del que se puede deducir que existían, al menos, veinte empresas dedicadas a este sector...en otros sectores existían muchas más.

El verdadero motivo de citar a estas tres fábricas fue que Luis Maraver dedicaba esos viajes, por un lado, a visitar clientes que se anunciaban en su revista y, por otro lado, a captar nuevos clientes para que se publicitaran en el Heraldo de la Industria.

Antonino Róspide, Viuda de Marín y Hermanos e Inocencio Mora, grandes empresarios sin duda, tuvieron su espacio publicitario en muchos números de la revista.

Hay un dato erróneo en el artículo. Se trata de la cantidad de habitantes de Miguelturra en 1901. No eran 8000 como manifiesta Luis Maraver, la cifra real era, según el INE, de 6653 habitantes en 1900.

Fuentes: 

Hemeroteca Digital de la BNE / Heraldo de la Industria

Heraldo de la Industria (15/05/1901)

Boletín Oficial de la Provincia (04/07/1900)

Instituto Nacional de Estadística

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