LA BODEGA DE FRANCISCO MAYORGA. MIGUELTURRA 1916

 Francisco Mayorga Calcerrada fue un industrial afincado en Miguelturra durante el primer cuarto del siglo XX. Tenía una bodega, una fábrica de alpargatas y también se dedicaba a la exportación de vinos, aceites y cereales.

En 1916 figuraba en la lista de los 56 mayores contribuyentes de Miguelturra con derecho a elegir compromisarios para las elecciones de senadores, en concreto estaba en el lugar 39 con una cuota de 148,80 pesetas (Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real 07.02.1916)

Conocemos algo de él, de su actividad y de su bodega gracias a un reportaje que le realizó Enrique Lérida, redactor de la revista Vida Manchega, en 1916.

Tenía dos hijos, Amable y Francisco, que en esos momentos estaban estudiando Bachillerato y le define el periodista como “un hombre correcto, muy trabajador… y entusiasmado por su profesión” y también comenta “que con el fruto de su perseverancia se ha alzado en Miguelturra, montando bodegas que ya exportan sus vinos muy lejos de la Mancha.”

Con respecto a las instalaciones y las dependencias de la bodega, inaugurada pocas fechas antes, las define como “amplias y adecuadas a su fin”.

Con respecto a su forma de trabajar, explica Lérida que trata de dar facilidades a los cosecheros de la uva para que lleven su cosecha a esta bodega sin tener que desplazarse a otros pueblos lejanos que implicaban gastos importantes en transporte y que ofrecían muy poco precio por el fruto; a lo que añade que “buena prueba de la feliz apertura de estas bodegas, es que todos han acudido a depositar en los grandes lagares del Sr. Mayorga su recolección salvándose las exigencias a que eran sometidos en centros vinícolas de fuera.”

Francisco Mayorga opina que en La Mancha aún se pueden producir muchos miles de hectolitros de vino más, pues “no se limitan los viñedos a los pueblos de Alcázar, Tomelloso, Manzanares, Criptana, etc. sino que también se extiende la plantación en grande escala con resultados positivos a los productivos términos de Miguelturra, Carrión, Ciudad Real, Malagón, Argamasilla, Almodóvar etc.” A lo que añade, hablando de su actividad exportadora que “La Mancha debe especializar sus vinos y también sus aceites, pues requieren muy poca mejora para abrirse paso franco en el extranjero, donde ya los conocen algo.”

Como conclusión, Enrique Lérida añade que “el señor Mayorga hace de Miguelturra abastecedor de vinos de los grandes centros importadores de España.” Y que Miguelturra debe reconocerle haber “puesto en vías de engrandecimiento la industria vinícola local.”

Desgraciadamente, a Francisco Mayorga los negocios no le fueron tan bien como presagiaba y, cuando falleció en 1921, según atestigua el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real del 31.08.1921, los acreedores promovieron un juicio “ab intestato” (se produce cuando no existe testamento) para poder subastar el vino que tenía en las bodegas de Miguelturra. Era el siguiente:

- En el sótano de Ia bodega del Pirrao, en la calle del Ramo: Siete tinajas que contenían sobre 1100 arrobas de vino blanco.

- En la bodega de D. Lope Roldan, en la calle del Cohombro, diecisiete tinajas con 2700 arrobas de vino blanco.

- En la bodega del propio Francisco Mayorga diecisiete tinajas con 4050 arrobas de vino blanco.

Sus bienes también acabaron subastados (El Pueblo Manchego 03.11.1922)

El autor del reportaje, Enrique Lérida Rubio, fue redactor gráfico y literario de la revista Vida Manchega. Posteriormente montó una papelería-Librería en la calle Toledo de Ciudad Real. En los años cincuenta del siglo XX la trasladó a la calle General Aguilera donde permaneció, regentada por sus hijas tras su fallecimiento en 1961, hasta 1985.

Publicó, desde 1929, la Libreta geográfica y estadística, y de curiosidades diversas de la provincia de Ciudad Real en la que ofrecía los nombres de todos los barrios y calles de la capital con sus entradas y salidas y otros nombres antiguos, así como los anejos, aldeas, caseríos y lugares cercanos a Ciudad Real y sus distancias de otras capitales por ferrocarril y carretera. Respecto a la provincia, se detallaban el escudo, partidos judiciales, anejos, obras públicas, estadísticas comparadas de extensión, población enseñanza y fuentes de riqueza, además de relaciones de las localidades más destacadas en diversos órdenes, lugares notables o pintorescos, industrias más importantes, curiosidades, tradiciones y mil detalles más que hacían la obrita -así "obrita" la llamaba humildemente el propio autor y editor sumamente atractiva, útil y de lectura fácil.

La publicación Vida Manchega fue una revista literaria e ilustrada, pero también de información general, con profusión de información gráfica de las provincias de Ciudad Real, Albacete, Toledo y Cuenca. Comenzó a publicarse en Ciudad Real el siete de marzo de 1912, aunque inicia su numeración el cuatro de abril, siendo su fundador, propietario y director artístico Enrique Pérez Pastor, en cuya imprenta y taller de grabado se estampaba, y el director literario, el maestro y escritor Isaac Antonio Vicente.

Además de textos de creación literaria (en prosa y en verso), de ciencia, arte, patrimonio arquitectónico, escultura, bibliografía, ofrece otros de la vida oficial, social y cultural, y sobre educación, industria, minería, comercio, agricultura, reforestación, tradiciones, carnavales, fiestas, semana santa, sucesos, teatros, toros, etc., tanto de la vida de las capitales como de destacados pueblos manchegos, a través de gacetillas, comentarios, crónicas, o reportajes.

El número 255 es el último de la colección y corresponde al diez de julio de 1920. Este mismo año y con el mismo título comienza a publicarse y a imprimirse en el taller de Enrique Pérez Pastor un diario vespertino independiente de carácter republicano, hasta 1932.


Fuentes:

Vida Manchega 10.11.1916 (reportaje e imágenes)

Efemérides Manchegas de Antón de Villarreal Diario “Lanza” 27.12.1970 

Hemeroteca Digital. Biblioteca Nacional de España. Vida Manchega


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