Es de sobra conocido que hubo grandísimos y universales autores como Cervantes o Galdós que tuvieron a bien mencionar a Miguelturra en sus obras. Pero además de ellos, hubo otros muchos autores que también recurrieron a ella tal y como quedó plasmado en el libro El Eco de Miguelturra, así como en los distintos artículos posteriores que he ido sacando a la luz sobre este tema.
Si leemos un listado de estos autores es posible que haya quien
pueda pensar que eran autores casi desconocidos y con poca relevancia.
¿Realmente es así? Puedo afirmar categóricamente que no.
Con este artículo comienza una serie en el que descubriremos a
parte de estos autores que conocieron y utilizaron a Miguelturra en sus obras,
así como su verdadera importancia en sus respectivos ámbitos.
El primero de estas personalidades es Miguel Ramos Carrión
que utiliza el nombre de Miguelturra en una parodia histórico-burlesca de la
famosa zarzuela “El molinero de Subiza”, de Luis de Eguilaz y Cristobal Oudrid,
titulada “El carbonero de Subiza” y estrenada en el Teatro de los Bufos
Arderíus de Madrid (antiguo Variedades), el 2 de noviembre de 1871.
Miguel Ramos Carrión fue un escritor que nació en Zamora el
17 de mayo de 1848.
Tras cursar en Zamora los estudios elementales e iniciarse
en los musicales en el Conservatorio de Madrid, publicó versos y relatos de
carácter tanto lírico como burlesco en la revista zamorana El verdadero amigo
del Pueblo y fundó Las Disciplinas en 1866. Más tarde colaboró con
publicaciones prestigiosas de la época como La Publicidad, La Libertad, El Día,
El Imparcial, El Liberal, Blanco y Negro, La Ilustración Española y Americana,
etc.
Formó parte de la redacción de Madrid Cómico, pero pronto
comenzó a destacar y adquirir renombre con publicaciones para el teatro de tipo
costumbrista en las que destacaba el tipismo de sus personajes, la viveza y
comicidad de sus situaciones, la gracia, el pulido realismo y corrección
lingüística y sus juegos verbales; sobre todo interesado por piezas musicales,
por lo que se convirtió en el principal mantenedor de la zarzuela colaborando
con los principales compositores de la época como Chueca, Caballero, Ruperto
Chapí o Arrieta.
Luchó por los derechos de los escritores y participó en la
fundación de la Sociedad General de Autores desde sus primeros intentos. Sus
obras se tradujeron al portugués, francés, inglés, italiano, alemán y sueco. Fue
presidente de la sección de Literatura (1901- 1903) y vicepresidente en el
Ateneo de Madrid. En 1902 contribuyó con su ópera Circe en la creación de la
ópera nacional, constante aspiración de la época.
Entre sus numerosas obras destacan títulos tan relevantes e
importantes como "Agua, azucarillos y aguardiente", "La
Tempestad", "El rey que rabió" o "Los sobrinos del Capitán
Grant".
También cultivó la poesía y, entre sus poemas, se hizo muy
popular en los años 70 y 80 del siglo pasado “El seminarista de los ojos negros”
al ser musicado por el cantante argentino Sandro y por el locutor de
Puertollano Juan Bautista Serrano.
Falleció en Madrid el 8 de agosto de 1915 a los 68 años de
edad.
En su ciudad natal, Zamora, se le recuerda dedicándole el
nombre de la calle en que había nacido y el teatro que se encuentra enfrente de
la casa donde pasó su niñez, además de con un monumento (busto) justo enfrente de
la puerta principal del citado teatro.
Fuentes:
El Eco de Miguelturra: Miguelturra en las obras de
escritores de finales del siglo XIX y principios del XX / Rafael Sánchez
Espinosa. Miguelturra: Área de Cultura del Ayuntamiento de Miguelturra, 2021.
Real Academia de la Historia. Biografías. Miguel Ramos
Carrión