Como es conocido, Peralvillo es una aldea que fue anexionada a Miguelturra en 1383 con la intención de proveer de mayor término a la localidad y está situada al borde del pantano del Vicario y los rios Bañuelos y Becea, así como del antiguo camino real de Toledo.
Peralvillo es citado en El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha en boca de Sancho Panza, concretamente en el capítulo XLI de la II Parte, en el que se cuenta la aventura y el falso vuelo que el caballero andante y el escudero realizan a lomos del caballo Clavileño. Siendo Peralvillo el lugar donde la Santa Hermandad o Inquisición ejecutaba a los reos condenados a muerte, Sancho Panza expresa su miedo de que un grupo de diablos o encantadores puedan dar con él y Don Quijote en Peralvillo, es decir, que acaben condenados y muertos por la Santa Hermandad en un lugar tan temido como ése.
La alusión a Peralvillo tiene el mismo tono de uno de los muchos refranes que Sancho Panza siempre utiliza, por lo que parece que "dar o terminar en Peralvillo" había pasado ya al lenguaje popular como sinónimo de tener un desgraciado final o destino.
Efectivamente, Peralvillo ha pasado a la historia de las tradiciones negras por ubicarse en él la “horca pública” en la que se ajusticiaba a los “golfines” (bandoleros autóctonos) entre los siglos XV y XVII, precisamente en el cerro de las Horcas o los Palos a unos 500 metros de la aldea yendo hacia el Piélago. Tras ser apresados por los cuadrilleros de la Santa Hermandad eran suspendidos y asaeteados hasta su muerte, dejando los cadáveres expuestos con objetivos pedagógicos. Cercano a este monte, en lo que entonces era la desembocadura del río Bañuelos, se encontraba el Arca de los ladrones, que venía a ser un osario donde La Cofradía de la Caridad se ocupaba de sepultar los restos de los ajusticiados.
Así Peralvillo se convirtió en sinónimo de lugar donde se realizan ejecuciones. Cuando en el Perú se produjo, en el siglo XVI, una explosión de bandolerismo que asolaba campos y caminos, el Rey dispuso que se enviara un destacamento de la Santa Hermandad de Ciudad Real a aquel Virreinato para ayudar a fundar lo que pronto sería la Santa Hermandad de Lima. Pues bien, el lugar que se eligió para llevar a cabo las ejecuciones, era una loma junto al Camino Real que estaba situada a unas dos leguas al Norte de Lima. Y a aquel sitio se le dio el nombre, que aún conserva en nuestros días, de Peralvillo, en memoria del “célebre” lugar de ejecuciones aquí en la Mancha. Actualmente el Peralvillo de Perú cuenta con 15634 habitantes y está enclavado en el distrito de Chancay, provincia de Huaral, Departamento de Lima a escasos metros del Océano Pacífico. Precisamente, en mayo de 2023 Peralvillo fue noticia por el hundimiento provocado la construcción de un megapuerto en la zona que destruyó dos viviendas y una parte de la calzada, afortunadamente sin provocar víctimas mortales, aunque si cuantiosos daños económicos a la localidad y a las familias afectadas.
Fuentes:
Miguelturra: historia y tradición / Mariano Mondéjar Soto. -- Puertollano : [s.n.], 1978 (La Económica)
Miguelturra / documentación, texto, imagen y diseño, José Luis Sobrino Pérez. -- Ciudad Real: Crónicas de la Mancha, 1997. (Crónicas de cien pueblos; 6)
Peralvillo: paisaje y paisanaje / Mª del Castillo González Garrido. -- Miguelturra : Universidad Popular, [2013]
World Literary Atlas
El Sayón