EL PERALVILLO DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

 

Son muchos los nombres de ciudades y pueblos españoles que tienen su homónimo en América. Ahí están los ejemplos de Mérida, Córdoba, Guadalajara, etc.

Pero existe uno mucho más cercano a nosotros que incluso está repetido, es el caso de nuestro Peralvillo. En la entrada en este blog de agosto de 2024 ya expuse la existencia de un pueblo llamado Peralvillo en Perú que tiene una estrecha relación en su creación con nuestra aldea: lo crearon representantes de la expedición de la Santa Hermandad de Ciudad Real que el rey envió a Perú para contrarrestar una oleada de asaltos y bandidaje. Peralvillo fue durante muchos años el lugar de ejecución de la Santa Hermandad y con ese mismo fin fue creado en el país americano.

Hoy me ocupo de otro Peralvillo, el ubicado en la provincia de Monte Plata en la República Dominicana. Es cierto que, en su creación, no tiene una relación tan clara como su homónimo de Perú con nuestro Peralvillo, pero solo el hecho de compartir nombre ya resulta curioso y digno de ser conocido. Veamos su historia.

En cuanto a la etimología de su nombre, solo está claro que se remonta a los tiempos coloniales, pero en cuanto a su origen existen dos teorías:  la más conocida es que deriva de un apellido español, posiblemente en referencia a una familia o encomendero de la época que poseía en la zona un terreno de perales. La segunda es que el nombre tiene relación con el Peralvillo español por una conexión con los primeros colonizadores (alguno de ellos podría proceder de Peralvillo). La realidad es que ambas son conjeturas, pues no existe una documentación definitiva sobre su etimología exacta.

Su fundación data de inicios del siglo XVII y durante la época colonial, el área que hoy ocupa Peralvillo, formaba parte de los extensos terrenos ganaderos y agrícolas que servían como centros de producción para la economía colonial. Por su ubicación estratégica, con suelos fértiles y acceso a ríos como el Ozama, se convirtió en una zona propicia para el desarrollo de fincas y hatos (terrenos destinados a la cría de ganado).

Peralvillo era una sección del municipio de Yamasá, del que dista siete kilómetros y en los siglos XIX y XX fue, fundamentalmente, una comunidad agrícola. El cacao, el café, el arroz y diversos frutos menores constituyeron los pilares económicos de la región. La vida en Peralvillo giraba en torno a las labores del campo, y la organización social estaba marcada por un fuerte sentido de cooperación comunitaria, evidenciado en prácticas como la "mano vuelta", donde los vecinos se ayudaban mutuamente en las cosechas y otras tareas. Predominaban las fincas familiares, y aunque la mecanización era limitada, la producción era suficiente para sostener a la población local y aportar a los mercados regionales. La ganadería también tuvo su espacio, especialmente en zonas más apartadas del centro poblado.

Ya en la actualidad, un hito en la historia de Peralvillo fue su elevación a la categoría de municipio. El 16 de agosto de 2004 fue oficialmente reconocido como municipio de la provincia de Monte Plata. Cuenta con cerca de 21.000 habitantes y está constituido por las secciones de La Placeta, La Guázuma, La Cuaba y Penso. La conversión en municipio fue el resultado de años de gestiones comunitarias y políticas, reflejando el crecimiento poblacional y la necesidad de una gestión autónoma de sus asuntos locales. Esta transformación significó una mejora en la administración pública local, incluyendo el acceso a recursos para obras municipales, la designación de autoridades propias (como el alcalde y el concejo municipal) y una mayor representación en el ámbito político de la provincia.

En cuanto a la cultura de Peralvillo resulta una mezcla de elementos campesinos, religiosos y folclóricos. Las fiestas patronales se celebran el 21 de enero en honor a la Virgen de la Altagracia y son una de las principales manifestaciones culturales del municipio. Durante estas celebraciones se realizan procesiones, misas, actividades deportivas, ferias artesanales y conciertos, atrayendo a personas de comunidades vecinas. La música típica, como el merengue y la bachata, forman parte esencial de la identidad local, al igual que la gastronomía criolla, con platos tradicionales como el sancocho (sopa de carnes, tubérculos, verduras y condimentos), el chivo guisado y el arroz con coco. Son también importantes las fiestas de la Santa Cruz el 03 de mayo, donde se celebran Eucaristías durante 9 días y las novenas de la Santa Cruz. También se hacen corridas de caballos (cabalgata en las que desfilan caballos) y se juega al palo encebado (piñata).

En las últimas décadas, Peralvillo ha avanzado significativamente en términos de infraestructura educativa, con varias escuelas primarias, liceos y centros comunitarios. Sin embargo, como muchas zonas rurales del país, enfrenta retos importantes: desempleo juvenil, migración hacia zonas urbanas, carencias en servicios de salud y necesidad de más inversiones en vías de comunicación.

La economía sigue dependiendo en gran medida de la agricultura, aunque hay esfuerzos por diversificar las fuentes de ingresos, incluyendo iniciativas de ecoturismo, comercio local y pequeños emprendimientos. Como lugares turísticos destacan los balnearios de Baja Panti, Badén de la Cuaba, Badén de la Guázuma y Zapote. También el pico Maria Nachita que es el más alto de la Provincia Monte Plata y la zona ecológica de la Guázuma.

Muchos de sus habitantes migraron durante el siglo pasado a ciudades como Santo Domingo y Cibao o al extranjero, pero mantienen vínculos estrechos con su lugar de origen, enviando remesas, apoyando proyectos comunitarios y retornando para participar en celebraciones o invertir en propiedades.

 

Fuente:

-    -    Página web del Ayuntamiento de Peralvillo (texto e imágenes)

 - Plan municipal de desarrollo y ordenamiento territorial del municipio de Peralvillo/Ayuntamiento de Peralvillo/2022

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares